Basta solamente una simple observación para darse cuenta de la realidad caótica que la vía intercantonal que atraviesa Montecristi causa en la población de esta hermosa ciudad cuya historia trasciende el acervo nacional. Aquí nació el insigne ecuatoriano masón Eloy Alfaro padre del liberalismo y es en esta ciudad donde se elaboró la más prestigiosa constitución nacional en el año 2008. En sus calles se han manifestado desde siempre artesanos de gran valía tanto en el arte de la carpintería, la metal mecánica, el tejido, la sombrerería a cuyo alrededor histórico gira el nacimiento del ferrocarril ecuatoriano. En definitiva una valiosa ciudad asentada a los pies del hermoso y majestuoso cerro de Montecristi de quién toma el nombre y cuya mágica tradición envuelve a la Diosa Madre de los misterios de fe que dignifican todavía más su existencia. Las fiestas de la virgen de Monserrate son bien conocidas y vividas por feligreses de todo Manabí. Lamentablemente con el paso de los años, una hermosa tradición se ha convertido por efecto de la vía principal que la atraviesa, en un simple trajinar de vehículos livianos y más pesados que han robado la belleza y el alma de la ciudad. Otrora calle de comerciantes y artesanos que abarrotaban los puestos y locales y que eran la delicia y admiración de extraños y visitantes que raudos no avanzaban sino a comprar una parte de tan exquisitas artesanías únicas en el país. Tan acertada era la industria familiar que muchas de estas elaboradas artes se exportaban fuera del país. Esta trágica vía ha dejado reducida a la febril composición en un simple paso. Las personas ya no ven a Montecristi como el centro artesanal sino como la traba, la congestión el tropiezo para llegar a Manta o a Portoviejo, según el caso. Los ciudadanos montecristeños no pueden ser ajenos a esta realidad que sigue convirtiendo a esta linda ciudad en otra vía neoliberal más, llena de locales de comercio de películas, celulares, y hamburguesas como es toda ciudad del mundo. La propuesta que reflexiona BOJORQUE-CONSTRUCCIONES es generar en la actual vía una gran y larga rambla peatonal de comercio y artesanía en dónde se renueven los valores de los citadinos locales y fomente y mejore el turismo. Está demostrado en el mundo que las vías entregadas a los peatones son vías de éxito y vocación. Sería fantástico volver a ver los artesanos pulular acompañados de amores finos y bocaditos manabas. Un sueño es imposible hasta que se lo toma y se lo hace realidad.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA DESTRUCTORA VÍA INTERCANTONAL
PROPUESTA DE GENERACIÓN URBANA
Atentamente
Erick Bojorque Pazmiño
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