lunes, 26 de octubre de 2015

POSIBLES CAUSAS DE LA RECESION EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCION EN ECUADOR.





INTRODUCCION


La construcción ecuatoriana se encuentra en recesión y los profesionales, emprendedores, pequeños inversionistas, ceden el paso a los grandes ejecutores nacionales e internacionales apoyados inconsciente e indirectamente por el Gobierno Nacional, abarcando y sometiendo el mercado inmobiliario con prácticas insalubres como las que llevaron a los países industrializados a la quiebra por burbujas económicas inmobiliarias. Conocer las causas es actuar en sus efectos para el bien de la DEMOCRACIA TAMBIEN PARA EL SECTOR DE LA CONSTRUCCION digna, equitativa y social.


DESARROLLO

Desde meses atrás la población ecuatoriana sufre la carencia de construcciones civiles que dinamicen la economía. Construcciones civiles de mediana y pequeña proporción. De viviendas, más específicamente. Singulares eventos han determinado esta situación poco alentadora que repercute de manera decidida en profesionales del ramo, productores de materiales de construcción, comerciantes y personal de obra. Muchas familias han perdido la oportunidad de ganarse la vida honestamente. Si bien el Gobierno Nacional tiene todas las buenas intenciones de mejorar la oferta de viviendas sociales y aumentar la productividad en éste estratégico sector, sus acciones poco conscientes han sido las causantes de lo manifestado. Acciones que buscaban el bien común pero que frenaron de facto el crecimiento de la actividad en el país. Nosotros hemos logrado definir tres de ellas, desde el punto de vista de un profesional cualquiera dedicado a la construcción particular. A saber:


  • MONTOS TOPES INSALVABLES EN LA EDIFICACION INMOBILIARIA
  • LIMTE PARCIALIZADO EN EL COSTO POR METRO CUADRADO EN LOS PRESTAMOS DEL SEGURO SOCIAL
  • EXCESOS QUE PROMUEVEN LA INSEGURIDAD


MONTOS TOPES INSALVABLES EN LA EDIFICACION INMOBILIARIA

Una de las más favorables formas de generar fuentes inmobiliarias de vivienda particular, colectiva, social, que se había estado usando en Ecuador, eran los proyectos nacidos de una idea que se materializaban en planos y permisos de construcción entre socios que aportaban lo técnico combinado con lo material o el sitio generalmente. De estas uniones nacían edificios importantes que se vendían "en planos" al colectivo. Constructores de la nada accedían fácilmente al mercado inmobiliario de esta manera. La oferta crecía según la importancia de la ciudad en proyectos cada vez con más y mejores servicios y condiciones de calidad constructiva, acabados. La oferta era evidente y la demanda exigente. Resultas de esta forma de negociar y edificar nacieron y se crearon muchos cientos de proyectos de edificios, proyectos habitacionales, en todo el país. Claro, nunca faltan y siempre sobran personas que se alejan de lo honesto y hacen que "justos paguen por pecadores". De la misma manera como profesionales sinceros acometían con abnegación en sus obras, también avivatos tomaron el mercado desaprensivamente y se aprovecharon, desapareciendo con miles de dólares y perjudicando a decenas. La ley actuó y las reformas se hicieron presentes estableciendo que los condominios y otros debían tener avances espectaculares en sus obras para poder proceder a la venta, avances que remontaban el 80% de la inversión total. La ley aplicada sin investigación social es ley injusta y perjudicial. Muy diferente hubiera sido generar control, revisión y no corte a socavón.

Muy acertado decían los agoreros pero no se tomó en consideración el "costo-beneficio", pues si bien en el caso original se construyeron cientos de edificios con muy buenos resultados en todo el país, por unos pocos casos de malversación y estafa por parte de extranjeros y nacionales, se detuvo todo el mercado inmobiliario perjudicando la real democracia que hace que los que no tienen también tengan oportunidad. Obviamente los pequeños se quedaron dónde estaban y los grandes se vieron con toda la "pista" a sus anchas.

Se perjudicó al profesional, al recién graduado, al pequeño inversor. Si bien se habla de equidad y solidaridad a montones, en la legislación de construcción no existe ni democracia ni buen vivir.

Comprendemos que no es intención perjudicial la del gobierno actual lo ocurrido, sino la falta de una seria investigación de los eventos para ejecutar leyes, reglamentos y sus excepcionalidades. Citemos por ejemplo y muy al contrario de lo ocurrido con la construcción, el caso de los pescadores artesanales de la costa ecuatoriana que se desempeñan y viven de la pesca diaria y que, desde antaño, venían siendo sometidos por las grandes embarcaciones comerciales de pesca que limpiaban el mar territorial con sus actividades de extracción de fauna marina sin dejar pez alguno para las familias de pescadores independientes. Se detectó el problema y se tomaron correctivos importantes para aventajar a las embarcaciones familiares y se sacaron del límite marino a los enormes pesqueros. Ahora florece la pesca artesanal, no solo en su actividad intrínseca sino con la puesta en marcha  de servicios, proyectos y muelles a su favor. Se pensó con democracia y dignidad y se actuó. En la construcción no se hizo lo mismo. Las grandes empresas, las dueñas de grandes capitales son ahora las que someten el mercado a su gusto y maniobran alentados por otras acciones gubernamentales que veremos a continuación.



LIMTE PARCIALIZADO EN EL COSTO POR METRO CUADRADO EN LOS PRESTAMOS DEL SEGURO SOCIAL

Los préstamos del Seguro Social ecuatoriano han puesto techo para muchas familias ecuatorianas. Realmente no se podría negar la importancia que la institución ha tenido en la economía del sector de la construcción en el país desde siempre y pese a los grandes problemas administrativos internos y externos que de igual, manera siempre ha tenido hasta hace unos pocos años atrás. Los aportes de los asegurados siempre fueron totalmente significativos a la hora de generar trabajo y abrigo al pueblo ecuatoriano. La solvencia presentada por una mejor administración de los recursos humanos, materiales, técnicos en las actuales administraciones deberían convertirlo al Seguro Social, con creces, en la verdadera fuerza del crecimiento social en lo que respecta a la satisfacción de las necesidades de vivienda en el país. Lamentablemente los excesos le pueden. Excesos no del tipo personal sino técnico. Excesos que como veremos acrecientan el problema de la recesión económica en el sector de la construcción.

Ultimamente se implementaron maravillosos créditos para viviendas nuevas, ampliaciones, remodelaciones, viviendas existentes, según las remuneraciones de los afiliados que para la actualidad cuentan con salarios muy acertados y hasta beneficiosos, lo que convino en excelentes oportunidades de acceder a préstamos también con adecuada calificación, pero se dieron el lujo de limitar el "costo por metro cuadrado" de construcción para todos los casos a excepción de casas nuevas.

Esto trajo consecuencias gravísimas. Antes los beneficiarios de los créditos ubicaban un profesional arquitecto o ingeniero de su preferencia o de su amistad para que se encargue de dar salida a su necesidad de techo con el dinero entregado por la institución; el quién acertaba a definir un presupuesto según lo requerido y construía con la supervisión de un técnico institucional. Existía democracia ya que el trabajo se repartía entre muchos. Para la fecha, el sistema objeta todo proyecto que supere un tope de "precio por metro cuadrado", como habíamos dicho, muy inferior al valor comercial de una vivienda, con el pretexto de "habitabilidad" y según el marco conceptual de "familia nuclear". Se perdió el norte y los proyectos habitacionales adaptados a tales condiciones son ahora la meca de los asegurados. Proyectos que como entendemos son manejados por grandes firmas constructoras, que fijan a su manera "costos por metro cuadrado" elevados sin temor a ser objetados por un presupuesto riguroso, limitando los aspectos constructivos a "habitable" y con distribuciones según las "familias nucleares" de padre-madre-hijo-hija. Realmente graves y terribles errores que demuestran la falta de visión social actual de la institución.

Para generar democracia en la construcción y en la vivienda social es importante analizar a profundidad los conceptos que maneja el Seguro Social. En primer lugar y a vuelo de pájaro nomás, el "costo por metro cuadrado" es una generalización que solamente beneficia a los grandes constructores ya que son ellos los que por cantidad y no por calidad manejan el mercado inmobiliario, mientras el profesional independiente tiene que ejecutar artesanalmente sus obras. Grandes versus pequeños. En segundo lugar el concepto de "habitabilidad" induce a elevar precios so pretexto de cumplir con lo mínimo establecido. Esto es así en el mercado. Pida usted lo mínimo y verá como de pronto lo que era antes de menos vale y cuesta mucho más. En tercer lugar y de manera terrible el concepto de "familia nuclear" es un concepto del pensamiento "moderno" de hace 60 años que definía a la familia con una estructura de padre-madre-hijo-hija que para la actualidad es perjudicial y dañino, pues las familias ya no son modernas, ni post modernas, sino simplemente son la unión de personas con matrices comunes resultas de la migración, de la recesión, de las leyes agobiantes y demás causas, que están conformadas por decirlo como ejemplo por un abuelo y dos de sus nietos o por un profesional y su mascota, que ya no necesitan de distribuciones espaciales conocidas. Usar estos conceptos y mantenerlos en el tiempo es una verdadera necedad. Fijar techos en los montos a prestarse puede aceptarse, pero sería más conveniente permitir que los presupuestos se acerquen a las necesidades de los usuarios y su realidad, es decir ¿por qué habría que interferir con la necesidad de dos personas que quieren vivir juntas sin hijos y que requieren un espacio para dormir, un baño y una sala común con cocina, todo pequeño pero con acabados de lujo? ¿Por qué limitarles si de todas maneras van a pagar el dinero prestado? ¿Por qué hacerles comprar una casa de esas que promociona la gran empresa a costos exhorbitantes? ¿Por qué no dejar que profesionales independientes, emergentes, periféricos, les sirvan?



EXCESO QUE PROMUEVEN LA INSEGURIDAD

La seguridad es un estado de consciencia que permite virtudes como el crecimiento, la estabilidad, el desarrollo. Cuando falta seguridad advienen un sinnúmero de eventos dañinos para el colectivo como son el conflicto, el caos y el estancamiento. La seguridad y la inseguridad no se los puede entregar como un objeto de cambio, sino son resultado de la visión personal de un entorno anímico y determinan así mismo un entorno exterior. Si una persona se siente segura, creará beneficio. Si una persona se siente insegura creará perjuicio. El Gobierno Nacional empeñado en hacer cumplir las leyes en beneficio de la democracia, también ha incurrido en excesos que están provocando inseguridad en la ciudadanía. Nadie objeta que el cumplimiento de las leyes permite el orden y la convivencia como se espera, pero las leyes que penalizan al extremo tienden a provocar histeria en la comunidad. Personas asfixiadas por cumplir, no pueden sentirse seguras. Diferente es evaluar cada situación con certera investigación social. Por decir algo y a manera de ejemplo, si mi comunidad es abnegada sería del todo equivocado el exigirles serlo. No hace falta. Mejor es tomar consciencia sobre el porqué de aquellos que no son abnegados y solucionar dicho estado. Ultimamente las leyes inmobiliarias, de herencias, de seguridad, aunque el gobierno diga lo contrario, benefician a los pudientes y a las grandes empresas.

En el caso de los inmuebles, las leyes pertinentes actuales empujan a las personas a abstenerse de negocios y transacciones subiendo los costos en dichas actividades, quién más posee vuelve a tener más.

En la situación de herencias, aunque está claro que el interés del gobierno es romper con los poderes hegemónicos burgueses, no es menos cierto también que el conglomerado social no lo entiende así y deja de invertir en la construcción pues piensa que al hacerlo no lo hacen para su futuro sino para el Estado, final propietario de todo. Esto, repito, no es así, pero la lectura de la ciudadanía a estas leyes es esa. Como deja de existir circulante, también los prestamistas y bancos hacen de las suyas con la ciudadanía.

Hablando de las leyes de seguridad y centrándonos específicamente en la construcción, solamente las grandes constructoras pueden darse el lujo de cumplir tanta disposición gubernamental, marginando de esta actividad a pequeños y medianos constructores. Los profesionales quedan relegados a dejar de ser emprendedores y formarse en la larga fila de desempleados que buscan un puesto en una compañía. Es decir tanto esfuerzo para caer en lo mismo.

Diferente es pensar en el bien común, en la democracia en donde la riqueza realmente se distribuye para todos. Queriendo salvar al pez, el gobierno lo saca del agua para que no se ahogue.


CONCLUSIONES

La construcción, el sector de la construcción y todos sus participantes arquitectos, ingenieros, albañiles, oficiales, peones, comerciantes, ejecutivos, vendedores, empresarios, transportistas, mineros, productores y demás, tienen todo el derecho como ciudadanos que son de emprender y ser elementos beneficiosos de la colectividad. Normas, reglamentos y leyes con buenas intenciones pero que someten la libre voluntad de acción deben ser repensadas y sometidas a serias investigaciones sociales para evitar que detengan el avance del país. Tener la correcta disposición a evitar que grandes burguesías dominen el país es importante, pero si al hacerlo destruimos a los más pequeños, estamos obrando al filo de lo consciente y llegando a la impoluta inconsciencia que no tiene sino el sendero limpio de beneficios.

Los proyectos inmobilarios pueden retormarse donde quedaron y más bien ejercer control sobre los casos que tienden a ser deshonestos. Hora es de confiar y dejar de ceñirse a la antigua usanza ecuatoriana de que se es "culpable hasta que se demuestre lo contrario".

El Seguro social puede cambiar sus paradigmas y permitir que se ejecuten con facilidad las alianzas entre personas más que entre personas y compañías, eliminando los ´limites habitables y las distribuciones para familias nucleares como premisas.

La leyes de seguridad han de cuantificarse según también las complejidades de las obras  y los costos a manejarse. No es lo mismo trabajar con cuatro personas haciendo una casa en seis meses que con tres mil haciendo un centro comercial en tres. No es lo mismo, ni las exigencias pueden ser las mismas. Claro, dirán, los seres humanos son los mismos, pero para explicar dicha inquietud existen leyes naturales y certeras que determinan que en donde existen aglomeración existe también mayor posibilidad de accidentes. Esto bien los saben los expertos en seguridad.

Democracia en la construcción e necesaria y democracia en los diseños también.


Atentamente
Erick Bojorque pazmiño









viernes, 23 de octubre de 2015

ATENCION..!

Atención...!
Manta-Portoviejo.
Diseño y construcción de estructuras metálicas portantes para viviendas y edificios.

BOJORQUE-CONSTRUCCIONES
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